Historia del Club Boyacá




Tradición y rescate cultural
La casa de los Holguín no siempre ha sido la sede principal del Club Boyacá. Desde la primera mitad del siglo XX ha sido un trabajo constante y la lucha de personas que han enriquecido la tradición y hegemonía cultural boyacense. Todo esto se remonta a casi ya un siglo de labores, cuando un grupo de amigos tuvieron la idea de hacer de las tertulias de académicos y personas versadas en temas sociales, culturales, políticos y científicos, un hábito permanente donde se intercambiaban ideas, proyectos, pensamientos y consejos para los asuntos de familia.
En sus inicios, el Club Boyacá fue, sencillamente, un espacio de apertura cultural y de integración social, donde grandes personajes y familias, acudieron al llamado de crear vínculos, más allá de lo social y meramente relacional. El Club Boyacá es una familia y ha sido una familia desde su fundación.
Han pasado décadas de buenos momentos y de tristes recuerdos, pues uno a uno se han ido los socios fundadores y baluartes de este legado.
Sin embargo, han dejado buenos herederos, que con un trabajo mancomunado, han logrado hacer del Club Boyacá un lugar de recibido para todas las personas que quieran ser parte de esta gran familia, además de ser el sitio ideal de esparcimiento, recreación y recinto de momentos fantásticos.
Desde presidentes de la República, embajadores, eminencias sociales y demás representantes de las diferentes esferas nacionales e internacionales, han sido siempre bienvenidos a engalanar la majestuosidad de la Casa de los Holguín, hoy Club Boyacá.